Eres un adolescente. Te enamoras de alguien que quizá no sabe ni tu nombre. Tu corazón dirige a tu cerebro. Te sientes mal con tu cuerpo. Te puedes despertar comiéndote el mundo o comiéndote el suelo. Estás perdido y ya no sabes que camino elegir. Dices que te gusta estar solo, pero necesitas a mucha gente cerca. Odias las distancias y la música es la única que te entiende.